5 Cosas Que No Sabías Sobre Mí
Como Consejera Profesional Licenciada, paso gran parte de mi tiempo ayudando a otros a explorar su mundo interior pero eso no significa que yo no esté haciendo lo mismo constantemente. Detrás del título y del trabajo clínico, soy una persona más, navegando por la vida como cualquiera. Hoy quiero abrir un poquito mi mundo y compartirte cinco cosas que probablemente no sabías sobre mí.
1. Estoy Casada con Mi Mejor Amigo Desde Hace 15 Años
Antes de ser pareja, fuimos mejores amigos, y llevamos caminando juntos por la vida casi 18 años. El matrimonio ha sido uno de mis más grandes maestros: me ha enseñado sobre paciencia, amor, compromiso y crecimiento. Él sigue siendo quien más me hace reír y quien más paz me da.
2. Soy Mamá de Dos Hermosos Hijos
Mis hijos son el regalo más precioso que la vida me ha dado. Son la expresión viva del amor, y me retan, me inspiran y me transforman de maneras profundas. Ser mamá me ha hecho mejor terapeuta, y ser terapeuta me ha hecho más consciente como madre.
3. Tengo un Humor Sarcástico y Oscuro Pero También un Corazón Muy Empático
Soy de las que tiene respuestas rápidas y un sentido del humor algo oscuro y sarcástico, pero créeme: siento todo profundamente. Tengo una gran empatía y sostengo el dolor de otros con respeto y compasión genuina. El humor es una de mis formas de sobrellevar la vida, pero la conexión real es donde verdaderamente florezco.
4. He Hecho el Trabajo Interno Y Sigo Haciéndolo
Los terapeutas no estamos exentos de los desafíos. He pasado por procesos profundos de introspección, sanación y evolución personal. No soy la misma de hace unos años, y eso me llena de orgullo. El crecimiento personal es un camino sagrado, y yo también lo recorro igual que se lo pido a mis clientes.
5. Me Cuesta Seguir Invirtiendo en Relaciones Donde Siento Rechazo
Una verdad que ha marcado mi manera de relacionarme es esta: cuando me siento rechazada o no valorada, se me hace muy difícil seguir invirtiendo emocionalmente. No creo en forzar conexiones ni en rogar por afecto. Honro los espacios donde me siento vista y bienvenida y me retiro, sin rencor, de aquellos donde no es así.
Incluso los terapeutas somos seres humanos con historias, contradicciones y mucho en construcción. Gracias por leer un pedacito del mío. Ojalá esto te recuerde que todos estamos creciendo, evolucionando y haciendo lo mejor que podemos cada día.
Comments
Post a Comment